domingo, 2 de noviembre de 2014

Las TMNT en el mundo Ninja - Cap. 4 / 4ta parte

Reviviendo de semanas sin dar rastros de vida, aquí les presento el penúltimo episodio de las TMNT en el mundo Ninja. Hoy, como en toda novela mexicana, los sucesos se dará tan rápidamente y los misterios se solucionaran con presura tal como las protagonistas se casan con el añorado galán. O en la mayoría de los casos XD.

Escojan a su gusto el tamaño de la fuente para que sea más cómoda su lectura... ¡y a leer se ha dicho!

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Arte vs realidad 
Cap. 4 - 4ta parte

Cuerpo: 14 16 18
El albino acatsuki carcajeaba estrambóticamente contemplando la nube de polvo que había levantado el inmenso ataque. Su compañero relamía la paleta frenéticamente soltando cada tanto una risita maquiavélica.

_ El arte es… ¡Boom! Ja, ja, ja, ja.

_ Si tú lo dices, Tobias…
Permaneció vitoreante por un buen rato mientras la espesa polvareda se disipaba. Antes de que esta se desvaneciera, noto que algo no iba bien.

_ ¡Silencio, Escorbuto! ¿No oyes algo extraño?

_ Pues ¿Qué debería oír? No se oye nada.

_ Exactamente.

_ ¿Y entonces?

_ No escucho el sonido del arte.

_ ¿Ah?

_ Los clones de zeto ¿los ves?

_ Si, Tobias. Están… ¡Espera! ¿Por qué están desmayados? Mi químico electro-reactivo debería haberlos reanimado.
La nube de polvo se había disipado por completo. Al hacerlo, los dos acatsuki vieron sorprendidos que no había nadie en medio.

_ ¡¿Dónde están mis especímenes?!

_ Aquí arriba, paliducho – le respondió una femenina tortuga. Era Venus de Milo.
Gracias a la ayuda de Casey y el maestro Splinter, habían enlazado a las tortugas en el momento preciso para sacarlas de allí.

_ ¡Esto es humillante! – reclamó Rafael.

_ Ja, ja, ja, ja. No te quejes, llorica. Gracias a Venus ahora están a salvo. Por suerte que ella traía una buena cantidad de cuerdas ¿no lo creen?

_ Sigo sin entender porque llevabas tanta cantidad – le dijo la reportera.

_ Bueno. Una chica debe estar preparada para cualquier cosa ¿no es así, O´Neil?

_ ¿O será que tu acompañante tiene algo que ver?

_ ¿Él? ¡Es cierto! Me he olvidado de presentarles a mi acompañante. Se llama Kirby.

_ Es un honor conocer a los hermanos de Donatello – dijo el nuevo.

_ ¿Conocernos? ¿Honor? ¿Donatello?

_ Así es. El gran luchador.

_ ¿Gran luchador? ¿Quién eres tú? – preguntó Rafael.

_ Yo soy simplemente un dibujante, ex conserje del departamento donde O´Neil vivía.

_ ¡Kirby! Ahora veo porque me resultabas familiar – exclamo la reportera.

_ Yo sigo sin saber que diantres pasa – suspiró la tortuga.
Tobias y Escorbuto, como dicta el protocolo, permanecían quietos esperando cortésmente que la escena de presentación terminara.

_ Vaya ¿y tú también has llegado aquí como nosotros?

_ Oh no, señorita. Permanecí atrapado en un universo paralelo creado por mí, aquellas ves que luchamos contra las criaturas con Donatello.

_ ¿Y cuando ocurrió eso? Don no nos dijo nada acerca de esto.

_ Es cierto, Rafa. Así que ¿este mundo fue creado por ti?

_ Oh, no. Eso creo.

_ ¿Eso crees?

_ Supongo. He llegado aquí luego de dibujar una nueva puerta interdimencional.

_ ¡¿Una qué?! – exclamo Miguel Angel entusiasmado.

_ Una puerta interdimencional.

_ ¿En serio? ¿Y cómo le has hecho para “dibujarla”, si se puede saber? – preguntó Rafael.

_ Con esto – les dijo mostrándoles su lápiz al que tenía atado un cristal violáceo.

_ ¡Vaya! Se parece mucho al que Casey había encontrado ¿no les parece?

_ Es cierto, Leo. Aunque este es más pequeño.
Kirby oyó asombrado las declaraciones, asustando un poco a los presentes.

_ Oye ¿Por qué has puesto esa cara?

_ Oh, es que me emociona saber que hay otro cristal como el mío, Rafael.

_ ¿Otro? ¿No me dirás que entonces…?

_ Si, exactamente.

_ ¡¿Qué he creado un mundo?! – exclamó Miguel.

_ Bueno, no sabemos si eso es totalmente cierto. Pero ¿reconoces algo de este lugar?

_ ¿Yo? Pues claro que lo reconozco. Este es el mundo de Ramen Sisecome, la historieta que estaba leyendo esa noche cuando se me cayó de las manos el cristal sobre él, señor Kirby.

_ ¡Oh! Ya veo. Es increíble que sin dibujar se haya podido crear el portal como yo lo hago.

_ ¿En verdad?

_ Claro. Mientras estaba en el mundo paralelo que yo había creado, un científico estudio el cristal. Me dijo que este recogía información energética de mi cerebro para convertir lo que dibujaba en algo real. No entiendo mucho que quiere decir eso, pero parece que no solamente lo que dibujes influye sino también tus pensamientos.

_ ¡Diantres! Por eso es que veo cosas que no cuadran.

_ ¿Cómo qué?

_ No sé muy bien, pero hay algo que no debería estar. Es que hace poco empecé a leer el comic y no recuerdo demasiado sobre la historia.

_ Suponiendo entonces que este mundo fue creado en parte gracias a los pensamientos de Mike, no me extraña que nuestros adversarios sean tan extravagantes…

_ ¡Ya recuerdo! – exclamó de repente Miguel.

_ ¿Qué cosa?

_ Me acuerdo que cuando leía la historieta pensaba como podría ser en nuestro mundo, con habilidades como las que empleamos nosotros, es decir, adaptadas a nuestras posibilidades.

_ Entiendo. Por eso son tan extrañas sus técnicas de batalla. Solo a ti se te podían ocurrir esas cosas, ja, ja, ja, ja.

_ ¡Oye! ¿Qué has querido decir con eso, Leo?

_ Oh, nada, nada. En fin, todavía hay algo que no comprendo ¿por qué los reanimados clones que nos atacaron con bombas ninjas están de nuevo en el suelo?

_ Por eso – apunto Casey Jones en dirección a los cuerpos inconscientes. Por detrás de los árboles, surgieron una veintena de ninjas ataviados a la usanza conocida, completamente de negro.

_ ¿Y eso?

_ Ellos son obra de Kirby, Rafa. Mientras los enlazábamos a ustedes, al caer las bombas y levantar el polvo, ellos se encargaron de noquear a todo el centenar de clones.

_ Impresionante.
Al ver a los ninjas, los dos miembros de Acatsuki comprendieron lo acaecido.

_ No me esperaba ver una fuerza de contraataque. Muy bien, creo que es hora de poner manos en la masa ¡ja, ja, ja, ja, ja, ja!

_ Bah. Tú y tus chistes baratos, Tobias. Recuerda que debe quedar algo entero ¿me oyes?

_ Sí, sí. Cuidare de no excederme… demasiado.


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