miércoles, 8 de octubre de 2014

Digimon Z / Introducción - Cap.2/ 3era parte

La paz regresa el día de hoy, aunque no quiere decir que la emoción se haya dicipado en esta entrega. La tragicomedia espera que la lean.

Escojan a su gusto el tamaño de la fuente para que sea más cómoda su lectura... ¡y a leer se ha dicho!

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Esto es solo el principio
Cap. 2 - 3era parte

Cuerpo: 14 16 18
Volviendo a otro colectivo, en el que iban Dreide y Kenyo, estos luego de arribar a la terminal de ómnibus de la ciudad de Santa Ana y no poder tomar otro bus hacía Jardín América por lo sucedido en la garita de Posadas (y a sabiendas de que el transporte proveniente de la ciudad de Leandro N. Alem llegaría dentro de muchas horas) intentaron convencer al conductor de que los llevara, aunque sea a San Ignacio.
Entonces, sonó el celular del guarda. Los comentarios de este hicieron que nuestros héroes cambiaran drásticamente de planes.

_ ¡¿Qué hay como treinta coches, ocho camiones y dos colectivos en el choque?!

_ ¡¿Cómo?! – pregunta Kenyo, pero el guarda vuelve exclamar asombrado.

_ ¿Y que todos los policías están inconscientes?

_ ¡¿Ah?!...

_ ¡¿Y qué hay rastros de explosiones, manifestantes y turistas por todo el lugar?!

_ Seguro que debe ser un desastre la garita…
Mas nuevamente el guarda exclama interrumpiendo al profesor Ottoyamaguchi.

_ ¡¿Y qué Boca perdió 4-0?!


Frantu admiraba extasiado la nueva forma de su digicompinche, tan reluciente y rectangular.

_ Estem, Fran, no quiero ser aguafiestas, pero es mejor que salgamos de aquí antes de que llegue la policía y nos confunda con los malhechores – le dice Crisel.

_ ¿Ah? ¿Eh? ¡Ah, sí, sí! Tienes razón.
Con un poco de ayuda de Ventiladorimon, los muchachos hacen lo mejor posible para dejar el lugar lo más “limpio” posible pero, solo fue para peor.
Entonces, en un golpe de flash, o mejor dicho, de un porrazo que recibió en la cabeza de un ladrillo que cayó del derruido edificio, Febi volvió a recordar algo.

_ ¡Cierto! Se me había olvidado. Ledmon tiene la capacidad de hacer que las cosas vuelvan a su estado original.
Todos suspiran adoloridos.
La mutamer le ordena a su no muy seguro de sí mismo digicompinche que restaurara el supermercados. Luego de un show de luces y sonidos, aparece tras una nube espectral, un montón de… tierra, hierro en bruto, semillas, vacas, arboles, petróleo, etc.

_ Ah… ¿no se te paso la mano con lo de su estado original, Febi? - le pregunta Turbine.


Regresando a Santa Ana, Kenyo intentaba inútilmente de convencer al conductor de que los llevara a la ciudad de Posadas.

_ Déjamelo a mí – le dice Dreide con una cara picarona.
Después de un rato, ella le dice:

_ Listo, asunto arreglado. Pero vamos a tener que hacer algo con el resto de los pasajeros…

_ ¡¿Qué le prometiste al conductor, Misty?! – inquiere su tío todo desesperado.
Kenyo no estaba mejor que este, pero se guardó sus celos lo mejor que pudo.
La peliverde lanza una carcajada al ver la expresión de los dos.

_ ¿Qué pensaron ustedes? Ni quiero saber. Lo único que le dije fue que si no nos llevaba a nuestro destino, lo iba a demandar con mi papá.
El muchacho trago saliva. Ya le sonaba de alguna parte ese nombre: ella era la hija del abogado más feroz del país, el doctor Kelaculpa Latenga Otto.

_ No... puede… ser ¡Eres la hija de Latenga Otto! – exclama Kenyo.

_ Así es, Faroy. Y con mucho orgullo – le responde toda pedante.
El joven sonríe no muy convencido de estar feliz por lo que acaba de saber.
El profesor casi no pudo contenerse al ver la cara del muchacho, por lo que se hizo que estaba nervioso y ordeno al guarda que hiciera descender a todos los pasajeros del bus.
Pero, como ya se habrán imaginado, ni la mitad quería dejar el colectivo. No quedo otra que seguir viaje con casi la misma cantidad de personas.

Después de acomodarse en su butaca, Misty le pregunta a Kenyo, que estaba a su lado:

_ ¿Cómo supiste que ese incidente en Posadas era obra de los digimons?

_ Pues, primero fue el hecho de que todos los oficiales estaban inconscientes.

_ Claro.

_ Segundo: que había rastros de explosiones.

_ Obvio.

_ Y, tercero: que el guarda no sabía que Boca había perdido 4-0.

_ ¿Y qué tiene de raro eso, Faroy?

_ Pues…

_ De que ese partido todavía no se ha jugado.

_ Así es, profesor Sam.

_ ¿Cómo? – inquiere la muchacha.

_ Bien. Hoy es domingo ¿no es así Misty?

_ Sí, pero…

_ Pues, como el anterior encuentro no terminó con ese resultado, solo quiere decir que se refiere al partido de esta noche.

_ A ver, a ver. Gente, aclaremos algo antes que nada, ya que esto me parece todo de otra dimensión – reclama la joven.

_ Ya sé que cuesta creerlo Misty, pero…

_ ¡Pero gente! ¿Cómo puede ser que estén tan perdidos?

_ ¿A qué te refieres sobrina?
Entonces, se escucha hablar al guarda.

_ ¡Qué mal! ¡Otra vez perdimos! Por suerte que estaba de turno ayer.

_ Sí. Hubiera sido una pérdida de tiempo mirar el partido.

_ Me habría enterado de algo el domingo si no hubiera llegado tan cansado.

_ Sep. Cómo volvieron las clases en las universidades, parece que los estudiantes brotan de las paradas cada vez que suben.
Los dos se sorprendieron al escucharlos.

_ Así es gente. Hoy es lunes. Pero, como ese enorme calendario con el diminuto 2009 dice que hoy es 26 y ustedes se basaron en este para sacar sus deducciones, pues…

_ No digas más sobrina – le interrumpe su tío avergonzado.
Kenyo no sabía que decir, y antes que pudiera abrir la boca, ella dice:

_ Fue pura casualidad, ¿no es así?

_ Eh… si – ríe rascándose la nuca.


Ya sobre el ómnibus, Aquelos y su hermana parten rumbo a la ciudad de Jardín América junto a sus inquietos digicompinches.

_ Quieto Gotimon, o te van a descubrir.

_ Pero es que no estoy acostumbrado a ir dentro de una mochila junto a un par de zapatillas tan malolientes – le responde casi sin respirar el pobre digimon.

_ Bueno. Es que con el apuro no me dio tiempo de lavarlas y…

_ Como si alguna vez estuvieran limpias Aquelos – le dice su hermana.
Pero antes de que pudiera responder, el colectivo se detiene bruscamente.


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

No hay comentarios.:

Publicar un comentario