sábado, 8 de noviembre de 2014

Las TMNT en el mundo Ninja - Cap. 4 / Final

Y llegó el final, amigos. Aunque parezca apresurado, la verdad es que esta historia se extendió más de lo que esperaba en un principio, aunque puedo decir que me hubiera gustado seguir desarrollándola. No obstante estoy conforme como ha terminado y espero, en lo posible, que puedan seguir mis otros proyectos de medio pelo que voy subiendo aquí en este humilde blog.

Escojan a su gusto el tamaño de la fuente para que sea más cómoda su lectura... ¡y a leer se ha dicho!

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Arte vs realidad 
Cap. 4 - Final

Cuerpo: 14 16 18
El enmascarado rápidamente puso sus dos manos en los bolsillos, y luego de unos instantes, saco dos enormes bolas de C4.

_ Oigan, eso me parece familiar.

_ ¿Qué cosa, Miguel?

_ Eso que sostiene, Leo.

_ ¿El C4? Claro, Donatello siempre lleva media docena con él.

_ No, no. No es eso.

_ ¿Y entonces?

_ Me parece recordar algo… ¡Ya sé! Es la técnica que empleaba Gaydara.

_ ¡¿Gaydara?! – exclamó Jones pasmado.
Oyéndoles, el ataviado payaso se acercó a ellos y, para su sorpresa, se quitó la máscara.
Bajo esta se ocultaba ni más ni menos que el rostro del personaje que Miguel Ángel había mencionado, aunque con algunas diferencias: tenía los labios pintados de un rojo carmesí, los ojos sombreados y llevaba puestos un par de anteojos de marco grueso con cristales circulares de color amarillo.

_ ¡Gaydara ya no existe! Ahora soy… ¡Susana!

_ ¿Su…Susana? – se preguntó Mike confundido – ¿la rubia argentina?
Sin perder más el tiempo, el travestido lanzó las dos bolas de explosivos contra los ninjas dibujados. Al tiempo, volvió a tomar más masa de sus bolsillos y repitió el ataque. Varios shinobies cayeron ante el C4. Viendo que la cosa se ponía delicada, las tortugas se lanzaron a la batalla.

_ ¿Quieren detenerme? ¡A mí mis susanos!
Al igual que Madera, el payaso travestido se vio rodeado por una docena de clones de Zeto con paraguas reforzados. La batalla se puso encarnecida con los dos bandos enfrascados en luchas individuales mientras Susana reía alocadamente lanzando explosivos por todo el lugar.
Observando desde una distancia prudencial, Escorbuto permanecía a la expectativa de que alguna de las tortugas cayera. Y así fue, pues una de las ondas expansivas noqueo a Rafael dejándolo inconsciente. Uno de los clones lo tomo y lo llevo ante el albino. Para cuando sus hermanos se dieron cuenta, ya era demasiado tarde.

_ ¡Demonios! ¡¿Cómo pudo pasar?! – se lamentó Leonardo.
Sacando un control remoto de su bata, Escorbuto acciona uno de los botones. La tierra comenzó a temblar y pronto, a sus espaldas, apareció desde la tierra una excavadora de Krang.

_ ¡¿Pero qué…?! ¿No serán Bebop y Rocoso? ¿Cómo…?
Las palabras de Casey fueron apagadas por el intenso ruido que la máquina producía. La compuerta se abrió y desde su interior aparecieron los susodichos personajes. Antes de que pudieran reponerse, el suelo tembló asustadoramente.

_ ¿No será que es el…?
Produciendo un gran levantamiento, la inconfundible esfera del Tecnódromo hizo aparición.

_ ¡¡¿Pero qué rayos está pasando?!! – exclamo Venus de Milo.
Sin tiempo de reacción, el albino lanza un tubo de ensayo sellado al rinoceronte. Este corre con la muestra de sangre de Rafael y desaparece en las profundidades del colosal vehículo.
Para sorpresa de las tortugas, sus adversarios retroceden junto al Tecnódromo.

_ Ve a por Rafa, Miguel. Debemos estar preparados para lo que puedan estar tramando.

_ Seguro, Leo. Aunque me temo que no la tendremos fácil… si mal no recuerdo.

_ ¿A qué te refieres?

_ En la historieta algo malo, muy pero muy malo sucedía cuando conseguían todos los elementos para completar su proyecto.

_ ¡Diantres! Trae a Rafael de inmediato entonces.

_ A la orden.


Contemplando el Tecnódromo, el grupo de héroes ve que cientos de compuertas se abren por todo su redor. Desde ellas aparecen enormes luces de diferentes colores, nueve en total para ser más precisos.

_ ¡Cúbranse los ojos! O mejor dicho ¡¡Ha cubierto!!
Pero ya era demasiado tarde. Los rayos estroboscópicos los atontaron dejándoles paralizados.
Miguel Ángel pudo ver que la alianza ninja suprema había llegado justo solo para caer en el enorme “genjutsu” de los Acatsuki.
Con los últimos segundos de lucidez Miguel vio que surgía desde el Tecnódromo la figura de Shredder. Y entonces todo quedo negro para él.


_ ¡¡¡Es Shredder!!! ¡¡Es él!!
Gritando descontroladamente, la tortuga se despierta en su cuarto bajo las alcantarillas. Miro confundido a todos lados no comprendiendo que estaba ocurriendo. Sus hermanos pronto se reunieron junto a él, somnolientos y bastante malhumorados.

_ ¡¿Qué sucede, Mike?! ¿Has dicho Shredder?

_ ¡Sí! ¡No! No lo sé, Dona…

_ ¿Ah?

_ Ya, Miguel. Veo que te has dormido leyendo esas historietas fantásticas otra vez.
A su lado estaba caído el comic del que había creído formar parte.

_ Pero ¿cómo…? Todo fue tan real.

_ ¡Ya deja de leer eso, zopenco! – dijo Rafael atizándole un golpe en la cabeza – Quedaras más trastornado de lo que ya estas.

_ ¡Auch! Es… está bien. Pero…

_ Pero nada. Te me vas a dormir que mañana tenemos día de entrenamiento intensivo.

_ Ok, Leo. Supongo que todo fue un mal sueño.

_ De seguro, Mike. Y espero que no se repita ¿me oíste?

_ Sí, si Rafa.
Al poco rato todos habían regresado a sus habitaciones. Miguel permaneció despierto sin poder conciliar el sueño tratando de entender que acababa de ocurrirle. Mirando a un lado notó que algo brillaba. Al quitar un par de historietas, encontró el cristal que aquel día Casey Jones le había entregado.

_ Oye, Mike.
La voz de Donatello asusto a la tortuga haciéndole caer la roca.

_ Me has asustado, Dona.

_ Lo siento.
Tomando la piedra brillante, quedo unos segundos viéndola detenidamente.

_ ¿Ves esta roca? Bueno, es casi idéntica a la que Kirby tenía, Mike.

_ ¡¿Cómo has dicho?! ¿Lo conoces?

_ Sí. No fui sincero con ustedes, pero hace mucho cuando estábamos en el apartamento de O´Neil, tuvimos una aventura interdimencional.

_ ¿En verdad? ¡Increíble!

_ Y que lo digas, Miguel.

_ Entonces ¿lo que me ocurrió fue todo real?
Su hermano le sonrió con picardía.

_ ¿Sí? ¡Vaya!

_ Bueno, no he dicho que sí. Verás, en realidad esto no es un cristal cualquiera.

_ ¿No? ¿Entonces?

_ Este, mi caro hermano, es solamente kriptonita de otro color.

_ ¡¿Qué?!
Y nuevamente Miguel fue amonestado por gritar en medio de la noche, acusado de que sus historietas lo habían trastornado. Todo había sido un sueño muy, pero muy real.


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domingo, 2 de noviembre de 2014

Digimon Z / Introducción - Cap.2/ 3ta parte

La aventura "colectiva" prosigue con dos encuentros inesperados. Bueno, a lo dicho la sorpresa ya no lo es si lo digo, pero ustedes me entienden.
No se olviden de revisar el apendizario para ver las novedades.

Hoy se presentan dos badmutamos, para sorpresa de mis lectores.




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Esto es solo el principio
Cap. 2 - 4ta parte

Cuerpo: 14 16 18

Aquelos se puso muy nervioso cuando el ómnibus se detuvo. Shatzy enseguida se percató de las intenciones de su hermano, y a duras penas lo pudo detener cuando este estaba a punto de salir corriendo para ver lo que había ocurrido.

_ ¡¿Qué haces?! ¡Déjame ir Shatzy! – le dice el muchacho que intentaba zafársele.

_ Aquelos, Aquelos ¿en qué empresa de transporte nos embarcamos?

_ ¡Pero es que no ves que nos están atacando y tú me vienes con eso…!

_ ¡Esson! Responde mi pregunta – le ordena enérgicamente su hermana.
Un tanto frustrado, el joven le contesta.

_ Pues…jum… ¿A. del Valle?

_ ¿Hace falta que te aclare algo más, hermanito?

_ ¿Ah? ¡Ah! ¡Nah! O sea que…

_ Así es Aquelos. Solo es otra de sus clásicas averías diarias ¿no has visto el humo que sale de la parte posterior del vehículo?
El joven sonríe avergonzado.

_ Yo pensé que era por el ataque de un digimon.


Luego de varios minutos, el bus parte de la terminal.
Ya menos inquieto, el muchacho intenta relajarse contando los postes del tendido eléctrico junto a la ruta nº 12.

_ Aquelos, ¿Qué estas mirando por la ventanilla?

_…78, 79, 80…los postes de luz, hermanita. Dicen que es una excelente técnica de relajación.

_ Jum sí, lo que digas. Con tal de que te duermas hasta me parecería razonable que contaras digimons en vez de ovejas.

_ ¡Buena idea Shatzy!

_ ¡Ufh! Solo fue un comentario Esson – y la muchacha se da la vuelta, acomodándose para tomar una siesta.
Pero antes de que conciliara el sueño, escucha intrigada el conteo de su hermano.

_ Un digimon…dos digimons…

_ Esson, solo fue un sarcasmo lo que te dije. No hacía falta que te lo tomaras en serio.
Más al darse vuelta para decirle estas palabras, Shatzy ve que este no estaba contando imaginariamente, sino los que iba viendo en el camino.
No paso mucho tiempo para que el colectivo otra vez se detuviera bruscamente.
Los pasajeros, al ver a los digimos que se dirigían velozmente hacia el vehículo, reaccionaron como ya es sabido.
El conductor intento volver a poner en marcha el colectivo, pero este no respondía a sus desesperadas maniobras.

_ ¿La caja de cambios otra vez? – le pregunta el guarda.

_ No, Carlos. Ya puse la quinta ¡pero no se mueve! – le contesta aterrorizado.

_ Métele reversa entonces – le responde muy tranquilo.



Mientras tanto, sobre el colectivo donde iba Kenyo, el ambiente empezaba a ponerse un tanto enrarecido.
Una espesa nube comenzó a materializarse desde las rejillas del aire acondicionado.
Pero cuando sus ocupantes se percataron de ello, ya era muy tarde.
Lo último que el muchacho escucho fue una cascada risa maquiavélica.
Al despertarse, vio que estaba amarrado a su asiento con grandes tiras de papel craft.
También lo estaban Dreide y el profesor. Pero no pudo ver al conductor por ningún lugar. Entonces diviso dos figuras al frente del colectivo.
Una estaba sentada frente al volante, la cual tenía el aspecto de una botella de cerveza. La otra estaba a su lado de pie, y era el mismo digimon con forma de cigarrillo que antes habían visto. Enfurecido, se dio cuenta de la treta en la cual habían caído por causa de este dúo.

_ ¡Maldito! Ya me parecía extraño que hubiéramos continuado el viaje desde que te vimos en Santo Pipo ¡Desgraciado!

_ (risa macabra) y (tos de fumador) y de nuevo (risa malvada) Puchomon siempre se sale con la suya, ¿no es cierto, Cervemon?

_ ¡Shi Puchon! ¡Shomos el mejor dúo dinámico! – le contesta el borracho digimon que a duras penas mantenía el ómnibus sobre la ruta.
Kenyo lo mira con furia. Pero al llamar a su digicompinche, no recibe respuesta.

_ ¡Cubymon! ¡Cuby! ¿Dónde estás?

_ (risa maquiavélica) y ¡¡Coff!! (la misma tos) Grita todo lo que quieras, humano. Pero hace ya mucho que ese cubo de hielo forma parte de la limonada que me he preparado – ríe el malvado malvadamente, intercalando la misma con su tos perruna.

_ ¡¡¡Bastardo!!! – pero al tratar de zafarse de sus ataduras, el maloso digimon hace que estas se cierren con fuerza sobre nuestro héroe. Este solo pudo caer impotente sobre su asiento y lanzar un ronco grito de furia.
Esto despertó a la joven, y al ver ella el estado de su compañero, adivinó al instante lo que había sucedido.

_ Kenyo ¿Dónde están nuestros digimons? ¡Kenyo! No me digas que los han…

_ Eliminado – le responde el cigarrillo con una malvada sonrisa.

_ ¡No es cierto, Kenyo! ¡¡No es cierto!!
Pero el muchacho estaba en shock.

_ ¡¡¡No!!! – grita la peliverde desahuciada.
Entonces, una fuerte luz verde sale desde el digitorola de Misty.
Puchomon se sorprendió al ver que desde el baño donde había encerrado a los dos digimons también salía la misma luz.
Y entonces, se escucha: ¡¡¡Limamon!!!
La puerta de la toilette vuela ante la poderosa digievolución.
Desde su interior sale una esbelta lima con forma humanoide.

_ (risa burlona) ¡¡Coff, coff!! ¿Esa es tu forma evolucionada? – y se sigue burlando Puchomon toscamente.
Pero antes de que pudiera reaccionar, recibe un poderoso puñetazo en el rostro, que lo hace volar estrellándose contra el parabrisas.
Este tose escupiendo colillas muy adolorido al incorporase.

_ (tos horrenda) ¡¡¡Miserable cítrico!!!
Cervemon. Detén el colectivo que tengo cuentas que arreglar con este mal cosechado.

_ ¡A la orden, Puchingui!

_ ¡¡Te dije que no me llamaras así!!

_ Bueno, bueno. Pero yo también quiero pelear…

_ ¡¡Está es mi venganza, Cervemon!! ¡No te entrometas!
Y el botellón acata la orden de su encolerizado compañero.
El bus se detiene a unos pocos metros de la destruida garita de Posadas.
Una gran batalla está a punto de dar inicio, mis caros lectores. Prepárense para el gran encuentro entre los presentes y los que han de presentarse en la siguiente continuación.
Los motivos de la aparición de los digimons está por revelarse… solo tengan paciencia.


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Las TMNT en el mundo Ninja - Cap. 4 / 4ta parte

Reviviendo de semanas sin dar rastros de vida, aquí les presento el penúltimo episodio de las TMNT en el mundo Ninja. Hoy, como en toda novela mexicana, los sucesos se dará tan rápidamente y los misterios se solucionaran con presura tal como las protagonistas se casan con el añorado galán. O en la mayoría de los casos XD.

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Arte vs realidad 
Cap. 4 - 4ta parte

Cuerpo: 14 16 18
El albino acatsuki carcajeaba estrambóticamente contemplando la nube de polvo que había levantado el inmenso ataque. Su compañero relamía la paleta frenéticamente soltando cada tanto una risita maquiavélica.

_ El arte es… ¡Boom! Ja, ja, ja, ja.

_ Si tú lo dices, Tobias…
Permaneció vitoreante por un buen rato mientras la espesa polvareda se disipaba. Antes de que esta se desvaneciera, noto que algo no iba bien.

_ ¡Silencio, Escorbuto! ¿No oyes algo extraño?

_ Pues ¿Qué debería oír? No se oye nada.

_ Exactamente.

_ ¿Y entonces?

_ No escucho el sonido del arte.

_ ¿Ah?

_ Los clones de zeto ¿los ves?

_ Si, Tobias. Están… ¡Espera! ¿Por qué están desmayados? Mi químico electro-reactivo debería haberlos reanimado.
La nube de polvo se había disipado por completo. Al hacerlo, los dos acatsuki vieron sorprendidos que no había nadie en medio.

_ ¡¿Dónde están mis especímenes?!

_ Aquí arriba, paliducho – le respondió una femenina tortuga. Era Venus de Milo.
Gracias a la ayuda de Casey y el maestro Splinter, habían enlazado a las tortugas en el momento preciso para sacarlas de allí.

_ ¡Esto es humillante! – reclamó Rafael.

_ Ja, ja, ja, ja. No te quejes, llorica. Gracias a Venus ahora están a salvo. Por suerte que ella traía una buena cantidad de cuerdas ¿no lo creen?

_ Sigo sin entender porque llevabas tanta cantidad – le dijo la reportera.

_ Bueno. Una chica debe estar preparada para cualquier cosa ¿no es así, O´Neil?

_ ¿O será que tu acompañante tiene algo que ver?

_ ¿Él? ¡Es cierto! Me he olvidado de presentarles a mi acompañante. Se llama Kirby.

_ Es un honor conocer a los hermanos de Donatello – dijo el nuevo.

_ ¿Conocernos? ¿Honor? ¿Donatello?

_ Así es. El gran luchador.

_ ¿Gran luchador? ¿Quién eres tú? – preguntó Rafael.

_ Yo soy simplemente un dibujante, ex conserje del departamento donde O´Neil vivía.

_ ¡Kirby! Ahora veo porque me resultabas familiar – exclamo la reportera.

_ Yo sigo sin saber que diantres pasa – suspiró la tortuga.
Tobias y Escorbuto, como dicta el protocolo, permanecían quietos esperando cortésmente que la escena de presentación terminara.

_ Vaya ¿y tú también has llegado aquí como nosotros?

_ Oh no, señorita. Permanecí atrapado en un universo paralelo creado por mí, aquellas ves que luchamos contra las criaturas con Donatello.

_ ¿Y cuando ocurrió eso? Don no nos dijo nada acerca de esto.

_ Es cierto, Rafa. Así que ¿este mundo fue creado por ti?

_ Oh, no. Eso creo.

_ ¿Eso crees?

_ Supongo. He llegado aquí luego de dibujar una nueva puerta interdimencional.

_ ¡¿Una qué?! – exclamo Miguel Angel entusiasmado.

_ Una puerta interdimencional.

_ ¿En serio? ¿Y cómo le has hecho para “dibujarla”, si se puede saber? – preguntó Rafael.

_ Con esto – les dijo mostrándoles su lápiz al que tenía atado un cristal violáceo.

_ ¡Vaya! Se parece mucho al que Casey había encontrado ¿no les parece?

_ Es cierto, Leo. Aunque este es más pequeño.
Kirby oyó asombrado las declaraciones, asustando un poco a los presentes.

_ Oye ¿Por qué has puesto esa cara?

_ Oh, es que me emociona saber que hay otro cristal como el mío, Rafael.

_ ¿Otro? ¿No me dirás que entonces…?

_ Si, exactamente.

_ ¡¿Qué he creado un mundo?! – exclamó Miguel.

_ Bueno, no sabemos si eso es totalmente cierto. Pero ¿reconoces algo de este lugar?

_ ¿Yo? Pues claro que lo reconozco. Este es el mundo de Ramen Sisecome, la historieta que estaba leyendo esa noche cuando se me cayó de las manos el cristal sobre él, señor Kirby.

_ ¡Oh! Ya veo. Es increíble que sin dibujar se haya podido crear el portal como yo lo hago.

_ ¿En verdad?

_ Claro. Mientras estaba en el mundo paralelo que yo había creado, un científico estudio el cristal. Me dijo que este recogía información energética de mi cerebro para convertir lo que dibujaba en algo real. No entiendo mucho que quiere decir eso, pero parece que no solamente lo que dibujes influye sino también tus pensamientos.

_ ¡Diantres! Por eso es que veo cosas que no cuadran.

_ ¿Cómo qué?

_ No sé muy bien, pero hay algo que no debería estar. Es que hace poco empecé a leer el comic y no recuerdo demasiado sobre la historia.

_ Suponiendo entonces que este mundo fue creado en parte gracias a los pensamientos de Mike, no me extraña que nuestros adversarios sean tan extravagantes…

_ ¡Ya recuerdo! – exclamó de repente Miguel.

_ ¿Qué cosa?

_ Me acuerdo que cuando leía la historieta pensaba como podría ser en nuestro mundo, con habilidades como las que empleamos nosotros, es decir, adaptadas a nuestras posibilidades.

_ Entiendo. Por eso son tan extrañas sus técnicas de batalla. Solo a ti se te podían ocurrir esas cosas, ja, ja, ja, ja.

_ ¡Oye! ¿Qué has querido decir con eso, Leo?

_ Oh, nada, nada. En fin, todavía hay algo que no comprendo ¿por qué los reanimados clones que nos atacaron con bombas ninjas están de nuevo en el suelo?

_ Por eso – apunto Casey Jones en dirección a los cuerpos inconscientes. Por detrás de los árboles, surgieron una veintena de ninjas ataviados a la usanza conocida, completamente de negro.

_ ¿Y eso?

_ Ellos son obra de Kirby, Rafa. Mientras los enlazábamos a ustedes, al caer las bombas y levantar el polvo, ellos se encargaron de noquear a todo el centenar de clones.

_ Impresionante.
Al ver a los ninjas, los dos miembros de Acatsuki comprendieron lo acaecido.

_ No me esperaba ver una fuerza de contraataque. Muy bien, creo que es hora de poner manos en la masa ¡ja, ja, ja, ja, ja, ja!

_ Bah. Tú y tus chistes baratos, Tobias. Recuerda que debe quedar algo entero ¿me oyes?

_ Sí, sí. Cuidare de no excederme… demasiado.


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miércoles, 8 de octubre de 2014

Las TMNT en el mundo Ninja - Cap. 4 / 3era parte

Al fin llega la continuación de este trepidante capítulo. La guerra ninjástica prosigue con más altercados y técnicas estrafalarias ¡No se lo pierdan!

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Arte vs realidad 
Cap. 4 - 3era parte

Cuerpo: 14 16 18
La sorprendida tortuga no sabía a dónde meterse. Todos la miraban esperanzados esperando que dijera algo que cambiara la situación. Entonces, desde la retaguardia, se oyó la voz de alguien.

_ Oigan ¿no que era yo el estratega?

_ ¡Tú te callas, Tediomaru! – exclamo la multitud.

_ Pero…

_ ¡Tú no sabes nada de kung-fu! ¡Donatello sí! – volvió a decir la multitud.

_ No, pero…

_ ¡Que alguien le dé un Sudoku de una buena vez!
Y el confundido shinobi es lanzado a la retaguardia con un libro de dicho juego en la boca.
La tortuga hubiera querido aprovechar la oportunidad para escabullirse, pero ya era demasiado tarde, pues nuevamente lo habían rodeado expectantes por lo que fuera a decir.

_ Este… hola de nuevo, amigos ¿quieren que les cuente un chiste? Mi hermano Miguel me ha enseñado unos muy buenos, saben… je.
Los ojos de toda la alianza seguían firmes viéndole con la misma expresión penetrante. Los malos de turno permanecían a la espera, como buenos personajes de anime.

_ Bueno, si es que insisten.
Acercándosele un anciano extrañamente ataviado con un primitivo jetpack, le mira por un momento buscando algo en su figura. Asintiendo con la cabeza, le devuelve una sonrisa.

_ Por tu apariencia, he notado que sabes de lo que hablas. Tehatake me ha dicho que no eres de esta dimensión ¿no será que Ramen te habrá invocado por error?

_ ¡Oiga! – reclamo Miso.

_ Jo, jo, jo. En fin, ve pensando en una estrategia para vencer a este formidable oponente. Allí tienes al jefazo de la aldea entre las dunas, Gárgara. Que no te intimide su voz, es que siempre anda con la garganta seca, jo, jo, jo, jo.

_ Ya te oí, viejo Okidoky.

_ Je, je, je.

_ Ya, ya. Entonces ¿Qué planeas que hagamos, Donatello?
La tortuga no podía creer que los principales representantes de ese mundo le estuvieran pidiendo consejo. Entre la presión y el asombro, su rostro se movía tanto como sus nerviosas manos. No obstante, se recompuso y les dijo que pronto les tendría preparado un plan.

_ Necesito que me actualicen sobre las habilidades de ese tal Madera y su acompañante Zeto.

_ Muy bien. Pasaremos a la ofensiva nuevamente para que analices sus técnicas.
Retomando la batalla, la alianza vuelve a cargar contra el imbatible. Este, tronándose los dedos, responde al ataque dejando inconsciente a todo el que se le acercaba con técnicas de las más variopintas, a puño limpio o a los espadazos.
Donatello noto que este empleaba un método que no tenía comparación con las de sus adversarios, ya que estos lo atacaban con técnicas muy estrafalarias y poco prácticas, dejando muchos huecos sin cubrir en sus defensas.

_ ¡Ya lo tengo! – exclamo la tortuga sorprendiéndose ella misma de haberlo dicho.

_ ¿En verdad?

_ Eso creo. Acérquense para que les pueda decir lo que tengo pensado.
Luego de una breve charla, la expresión de los ninjas pasó de la alegría a la total confusión.

_ ¡¿Qué dejemos de atacarle?! ¿Es enserio?

_ Muy en serio, Ramen. Aunque lo digo por la mayoría.

_ ¿Eh?

_ Quiero decir que deben dejar de pelear y cederles el lugar a los más aptos.

_ ¡¿Cómo?!

_ Escuchen, compañeros. Nuestro estratega ha hablado – replico Gárgara.
Toda la alianza ninja asintió afirmativamente y cayó sentada tomando la posición de espectadores.

_ ¡Tú no, Ramen!

_ Pero sí él lo dijo, Okidoky.

_ Si serás… ¿no te habíamos dejado pelear porque eres uno de los shinobies más poderosos?

_ ¿Ah? ¡Oh, es cierto! Ya me había olvidado de eso, viejo.
Cansada de esperar que hicieran algo, Temarié tomo su fuelle gigante y dirigió el aire hacía el desprevenido Madera moviéndole el flequillo para el otro lado, lo cual hizo que perdiera el equilibrio y se cayera.

_ Jum. Veo que hay usuarios de vienton por aquí. Habrá que ponerse un abrigo más grueso – replicó el ninja sarcásticamente mientras se reacomodaba el flequillo.

_ ¡Tifones! No le he hecho nada – se lamentó la rubia kunoichi – tendría que haberle puesto veneno a mi fuelle.

_ Ja, pues no te dejaré repetirlo.
Aspirando una buena bocanada de aire, el shinobie tomo de sus espaldas un lanzallamas y soplo ferozmente en una abertura antes de la boquilla aumentando la combustión que el arma disparo sobre la alianza. No sin antes decir: “Quematon: ahí va tu batallón”.

_ Ninjas espectadores ¡hagan algo por sus superiores! – exclamo Okidoky.
Respondiendo ante el ataque, los usuarios de hachedosoton soportaron la llamarada con sus mochilas pulverizadoras, lo que provoco una densa neblina. Aprovechando el encubrimiento, Madera entro en escena lanzando a todos lados una docena de molotovs a la par de practicar su kung fu contra todo ninja que encontrará a su paso. Entonces comenzó a notar que algunos no gritaban de dolor cuando los golpeaba, sino que explotaban lanzando arena por doquier.

_ Mis clones balones con terrones lo detendrán.

_ ¿Estás seguro, Gárgara?

_ Claro que sí, hermana ¿no ves cómo se restriega los ojos?

_ Oh, es verdad.

_ Bien. Hazles señas a los camioneros para que traigan la arena.

_ ¿De… de dónde han venido esos camiones volcadores?

_ No hay tiempo para que te explique.
Tres enormes volquetes derramaron su contenido en dirección a Madera. No obstante, este esquivó ágilmente la avalancha. Esperándole con una “grancolasengan”, Ramen arremete contra el desprevenido enemigo. Este quiso evadir el ataque, pero el anciano jefe había levantado un muro de ladrillos pre moldeados con varillas de acero que habían traído, de paso, los camioneros. La efervescente explosión hizo que algunos ninjas de la alianza cayeran por la onda expansiva. Cuando la nube gasificada se disipo, todos quedaron anonadados al ver que una veintena de clones de Zeto habían protegido al Achija con paraguas reforzados.

_ Ya era hora de que hicieras algo ¿no te parece?

_ Yo no he sido.

_ ¿Eh? Ah, ya veo.
Okidoky observo por unos momentos a los nuevos llegados. Subió una ceja. Luego la otra. Y la otra. La otra la subió Gárgara al no saber quiénes eran.

_ ¿Quiénes son, anciano?

_ Ellos son los “susanos”, mi joven jefazo.

_ ¿Los susanos?

_ Así es – afirmo el veterano – y en verdad no comprendo por qué están aquí.


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Digimon Z / Introducción - Cap.2/ 3era parte

La paz regresa el día de hoy, aunque no quiere decir que la emoción se haya dicipado en esta entrega. La tragicomedia espera que la lean.

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Esto es solo el principio
Cap. 2 - 3era parte

Cuerpo: 14 16 18
Volviendo a otro colectivo, en el que iban Dreide y Kenyo, estos luego de arribar a la terminal de ómnibus de la ciudad de Santa Ana y no poder tomar otro bus hacía Jardín América por lo sucedido en la garita de Posadas (y a sabiendas de que el transporte proveniente de la ciudad de Leandro N. Alem llegaría dentro de muchas horas) intentaron convencer al conductor de que los llevara, aunque sea a San Ignacio.
Entonces, sonó el celular del guarda. Los comentarios de este hicieron que nuestros héroes cambiaran drásticamente de planes.

_ ¡¿Qué hay como treinta coches, ocho camiones y dos colectivos en el choque?!

_ ¡¿Cómo?! – pregunta Kenyo, pero el guarda vuelve exclamar asombrado.

_ ¿Y que todos los policías están inconscientes?

_ ¡¿Ah?!...

_ ¡¿Y qué hay rastros de explosiones, manifestantes y turistas por todo el lugar?!

_ Seguro que debe ser un desastre la garita…
Mas nuevamente el guarda exclama interrumpiendo al profesor Ottoyamaguchi.

_ ¡¿Y qué Boca perdió 4-0?!


Frantu admiraba extasiado la nueva forma de su digicompinche, tan reluciente y rectangular.

_ Estem, Fran, no quiero ser aguafiestas, pero es mejor que salgamos de aquí antes de que llegue la policía y nos confunda con los malhechores – le dice Crisel.

_ ¿Ah? ¿Eh? ¡Ah, sí, sí! Tienes razón.
Con un poco de ayuda de Ventiladorimon, los muchachos hacen lo mejor posible para dejar el lugar lo más “limpio” posible pero, solo fue para peor.
Entonces, en un golpe de flash, o mejor dicho, de un porrazo que recibió en la cabeza de un ladrillo que cayó del derruido edificio, Febi volvió a recordar algo.

_ ¡Cierto! Se me había olvidado. Ledmon tiene la capacidad de hacer que las cosas vuelvan a su estado original.
Todos suspiran adoloridos.
La mutamer le ordena a su no muy seguro de sí mismo digicompinche que restaurara el supermercados. Luego de un show de luces y sonidos, aparece tras una nube espectral, un montón de… tierra, hierro en bruto, semillas, vacas, arboles, petróleo, etc.

_ Ah… ¿no se te paso la mano con lo de su estado original, Febi? - le pregunta Turbine.


Regresando a Santa Ana, Kenyo intentaba inútilmente de convencer al conductor de que los llevara a la ciudad de Posadas.

_ Déjamelo a mí – le dice Dreide con una cara picarona.
Después de un rato, ella le dice:

_ Listo, asunto arreglado. Pero vamos a tener que hacer algo con el resto de los pasajeros…

_ ¡¿Qué le prometiste al conductor, Misty?! – inquiere su tío todo desesperado.
Kenyo no estaba mejor que este, pero se guardó sus celos lo mejor que pudo.
La peliverde lanza una carcajada al ver la expresión de los dos.

_ ¿Qué pensaron ustedes? Ni quiero saber. Lo único que le dije fue que si no nos llevaba a nuestro destino, lo iba a demandar con mi papá.
El muchacho trago saliva. Ya le sonaba de alguna parte ese nombre: ella era la hija del abogado más feroz del país, el doctor Kelaculpa Latenga Otto.

_ No... puede… ser ¡Eres la hija de Latenga Otto! – exclama Kenyo.

_ Así es, Faroy. Y con mucho orgullo – le responde toda pedante.
El joven sonríe no muy convencido de estar feliz por lo que acaba de saber.
El profesor casi no pudo contenerse al ver la cara del muchacho, por lo que se hizo que estaba nervioso y ordeno al guarda que hiciera descender a todos los pasajeros del bus.
Pero, como ya se habrán imaginado, ni la mitad quería dejar el colectivo. No quedo otra que seguir viaje con casi la misma cantidad de personas.

Después de acomodarse en su butaca, Misty le pregunta a Kenyo, que estaba a su lado:

_ ¿Cómo supiste que ese incidente en Posadas era obra de los digimons?

_ Pues, primero fue el hecho de que todos los oficiales estaban inconscientes.

_ Claro.

_ Segundo: que había rastros de explosiones.

_ Obvio.

_ Y, tercero: que el guarda no sabía que Boca había perdido 4-0.

_ ¿Y qué tiene de raro eso, Faroy?

_ Pues…

_ De que ese partido todavía no se ha jugado.

_ Así es, profesor Sam.

_ ¿Cómo? – inquiere la muchacha.

_ Bien. Hoy es domingo ¿no es así Misty?

_ Sí, pero…

_ Pues, como el anterior encuentro no terminó con ese resultado, solo quiere decir que se refiere al partido de esta noche.

_ A ver, a ver. Gente, aclaremos algo antes que nada, ya que esto me parece todo de otra dimensión – reclama la joven.

_ Ya sé que cuesta creerlo Misty, pero…

_ ¡Pero gente! ¿Cómo puede ser que estén tan perdidos?

_ ¿A qué te refieres sobrina?
Entonces, se escucha hablar al guarda.

_ ¡Qué mal! ¡Otra vez perdimos! Por suerte que estaba de turno ayer.

_ Sí. Hubiera sido una pérdida de tiempo mirar el partido.

_ Me habría enterado de algo el domingo si no hubiera llegado tan cansado.

_ Sep. Cómo volvieron las clases en las universidades, parece que los estudiantes brotan de las paradas cada vez que suben.
Los dos se sorprendieron al escucharlos.

_ Así es gente. Hoy es lunes. Pero, como ese enorme calendario con el diminuto 2009 dice que hoy es 26 y ustedes se basaron en este para sacar sus deducciones, pues…

_ No digas más sobrina – le interrumpe su tío avergonzado.
Kenyo no sabía que decir, y antes que pudiera abrir la boca, ella dice:

_ Fue pura casualidad, ¿no es así?

_ Eh… si – ríe rascándose la nuca.


Ya sobre el ómnibus, Aquelos y su hermana parten rumbo a la ciudad de Jardín América junto a sus inquietos digicompinches.

_ Quieto Gotimon, o te van a descubrir.

_ Pero es que no estoy acostumbrado a ir dentro de una mochila junto a un par de zapatillas tan malolientes – le responde casi sin respirar el pobre digimon.

_ Bueno. Es que con el apuro no me dio tiempo de lavarlas y…

_ Como si alguna vez estuvieran limpias Aquelos – le dice su hermana.
Pero antes de que pudiera responder, el colectivo se detiene bruscamente.


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jueves, 25 de septiembre de 2014

Las TMNT en el mundo Ninja - Cap. 4 / 2da parte

Nadie se esperaba que el jefe de los mal ataviados se presentara así de sopetón. Ni tampoco que esta historia prosiguiera ¿o no? ¡Que las grandes batallas den inicio!

Nuevamente, y con alegría, les presento el día de hoy otro creativo fanart de manos de Jonathan Lesiw: un Kakashi anbu-tortuga ¡Gracias de nuevo!




Escojan a su gusto el tamaño de la fuente para que sea más cómoda su lectura... ¡y a leer se ha dicho!

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Arte vs realidad 
Cap. 4 - 2da parte

Cuerpo: 14 16 18

Tomando sus armas, los tres hermanos, Casey Jones y el maestro Splinter respondieron al ataque de los cientos de “zetos”. Con agilidad nuestros héroes esquivaban las incesantes arremetidas puntiagudas a la vez que incapacitaban a sus portadores. Viendo que no progresaba el ataque, el jefe Acatsuki ordenó la retirada de los jeringuistas.

_ Por fin desistieron – suspiró Casey Jones.

_ No cantes victoria. Creo que se preparan para otra envestida ¡Y parece que nos quieren dejar bien vestidos! – le dijo Miguel contemplando a un nuevo grupo de cosplayers.
Los clones de zetos ahora cargaban con camisas de fuerza, mientras que otra mitad iba armada con bastones de madera. El grupo iba dividido en parejas, uno con el chaleco y el otro con el palo. Mientras la segunda atacaba, la primera intentaba por la retaguardia inmovilizar con su opresiva vestimenta. No obstante, las tortugas lograron salir invictos en el enfrentamiento.
Notando el enojo de los malos cosplayers, los hermanos vieron cómo se iban agrupando desordenadamente entre ellos hasta formar una masa de gentío.

_ ¡Apelotonamiento no-jutsu! – vociferaron mientras corrían apretujados contra sus desconcertados contrincantes. La conglomeración estaba conformada por unos doscientos clones de Zeto que tenía la forma de media luna para abarcar el mayor espacio y dejar sin escape a las tortugas. El fervoroso grupo creyó que tenía la victoria en sus manos, pero lo único que encontraron fue la dura pared de rocas de la caverna ya que sus adversarios saltaron por encima de ellos y escaparon corriendo por sus cabezas. Los hermanos miraron anonadados como todos los clones habían quedado inconscientes.

_ No sé si es la peor técnica que he visto o que sean los peores fanáticos.

_ Puede que ambas, Rafael.

_ Por eso me cuesta tanto decidirme, Leo.
El jefe Acatsuki observaba apacible la escena, como si no le importara. Chasqueando los dedos, llamo a otro batallón de malos coplayers lanzándolos al ataque con la misma estrategia, obteniendo el mismo resultado. Y como si nada, volvió a llamar y enviar a los inefectivos soldados que eran vapuleados por las armas de las tortugas. Un gran número de clones inconscientes se habían amontonado a su redor como costales de arena.

_ ¿Es que no ve lo que está pasando o lo hace adrede?

_ No lo sé, Rafa. Pero no parece preocuparle – le respondió su maestro.
Cambiando su accionar, el variopinto líder tomo un interruptor de su bolsillo y lo acciono. Como si fuera una película de zombies, los cientos de cosplayers se levantaron sorprendiendo en gran manera a los defensores.

_ ¡Cielos! ¡¿Cómo puede ser?!

_ Tranquilo, Miguel. Fijáte bien en ellos: están dormidos. Es como si sus cuerpos se movieran por si solos.

_ Y claro, maestro ¡Son zombies! ¡¡Yo me voy de aquí!! – le contesto la temerosa tortuga.
Una perturbadora y familiar carcajada resonó en el lugar, deteniendo en seco la huida de Miguel Angel. Al lado del jefe Acatsuki apareció la figura de Escorbuto.

_ ¡Tú aquí! ¿estas vivo de verdad?

_ Claro que lo está, Rafa ¡Porque es un zombie! – dijo Miguel aterrorizado.

_ Ya, Mike…
Quitándose la capucha, el desequilibrado galeno dejó ver su pálida tez, donde se pudo apreciar que uno de sus ojos estaba completamente en blanco.

_ ¡Lo ven, lo ven! ¡Es un zombie!

_ No, Mike. No creo que eso sea posible – le contesto Leonardo

_ ¡Jua, jua, jua, jua, jua, jua! Lamentablemente tienes razón, mi verde espécimen.

_ Pero… pero ¡si te ves como un zombie! – volvió a recalcar la tortuga.

_ Vaya. Nunca me habían dicho algo tan encantador, la verdad. Agradezco que mi albinismo sea de tu agrado – le dijo mientras le hacía una venia.

_ ¡Albinismo! ¡Se los dije, se los dije! Eso es… es… ¿Qué es eso?

_ ¡Jo, ju, jo, ju, jo, ju, ja! No tiene sentido que te lo explique, mi ignorante reptil.
Al instante, los manipulados cosplayers de zetos levantaron sus manos derechas dejando ver en sus palmas pequeñas bombas ninja.

_ ¡Demonios! – solo llego a decir Rafael cuando las cientos de bombas fueron lanzadas hacia ellos.


Mientras tanto, en el frente de batalla, la alianza de los ninjas junto a los jefazos se enfrentaba contra miles de otros tantos malos cosplayers. Al llegar al lugar, Donatello puedo ver que no solo eran clones de Zeto, sino que él mismo estaba allí al lado de una figura que repelía sin problemas a todo atacante que se le acercara.

_ ¿Quién es?

_ ¿El de cabellos oscuros con armadura de samurái?

_ Si, ese mismo.

_ El, mi caro amigo, es uno de los mejores ninjas de la historia. Su nombre es Madera Achiha.

_ Salud.

_ ¿Eh?

_ ¿No has estornudado?

_ Ah… no.

_ Oh… ¡Oh! Es el apellido. Ya veo.

_ ¿Jum? Bueno, mejor será que nos unamos a la batalla ¿están listos?

_ ¡Nací listo, Kashi-sensei!

_ Eso me temo… ¿y tú, Donatello?

_ Bueno, nunca he estado en una guerra (y ni sé porque estoy aquí realmente), pero intentare ayudar en lo que pueda.

_ Bien dicho. Entonces te encargaré a Ramen para que lo protejas. Como sabes, ellos están buscando su sangre y la del otro bichoo.

_ Entiendo. Intentare protegerlo lo mejor posible.

_ Bien. Nos vemos en el frente.
Pronto se reunieron con el resto y permanecieron quietos viendo como sus compañeros eran golpeados por el imbatible Madera. Donatello no podía creer la habilidad de este ninja que paraba cualquier ataque físico con y sin armas empleando solamente a otros ninjas. Avanzaba abatiendo a todos como si fueran de papel utilizando sus puños o las armas que les quitaba al azar de las manos.

_ ¡Cielos!

_ No es para más que te asombres de su poder, mi tortuga amiga. Él es un ninja que emplea una técnica totalmente impresionante. La llaman: kung fu; un arte que solo él
puede utilizar.

_ ¡¿Kung fu?! ¡Claro! Por eso me parecían familiares sus movimientos.

_ ¿Cómo? ¿Conoces dicho arte?

_ En efecto, Kashi-dono. En mi mundo mucha gente lo practica.
Todos quedaron asombrados por lo que había dicho. No paso mucho rato para que una conclusión se manifestara en la alianza ninja.

_ ¡Donatello debe ser el estratega! – gritaron los shinobies al unísono.


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domingo, 21 de septiembre de 2014

Digimon Z / Introducción - Cap.2/ 2da parte

Las dos historias paralelas prosiguen como era previsto. La calma de una solo es para que puedan tomar aliento para la segunda que los dejará sin aire ¡No se olviden de comentar ni de revisar la digidex en el Apendizario!

Escojan a su gusto el tamaño de la fuente para que sea más cómoda su lectura... ¡y a leer se ha dicho!

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Esto es solo el principio
Cap. 2 - 2da parte

Cuerpo: 14 16 18
A Esson le resultaba conocido ese nombre de alguna parte. Pensó y pensó, pero no logró recordar de donde le parecía familiar.
La muchacha se le acerca y, luego de quitarse los anteojos, se ató el cabello en una cola de caballo. El joven quedo horrorizado: se dio cuenta de que era su hermana.

_Siempre es lo mismo Aquelos ¿Cuándo vas a reconocerme sin este peinado, hermanito distraído? – le dice Azzana toda ofendida.

_ ¡Lo siento, hermana! Pero tú sabes que cuando se trata de mujeres, pierdo el sentido – le responde el muchacho totalmente avergonzado.
Gotimon no podía dejar de reírse al ver lo que había ocurrido.
Esson no sabía dónde meterse.
Entonces, su hermana toma su mano derecha y lo lleva dentro de su hogar.
Allí la madre ya se había levantado, pero seguía muy nerviosa. Al ver que su hija cargaba con un digimon, no pudo resistir el lanzar un grito de asombro.

_ ¡¡Ay!! ¡Qué dulzura! – dice mientras acaricia al sorprendido Michimon.
Shatzy sonríe al ver la reacción de su madre. Pero luego de unos segundos, su rostro vuelve a estar totalmente serio.

_ Madre. Nosotros tenemos un gran deber en nuestras manos.
La mamá, sin dejar de acariciar al deleitado digimon, responde:

_ ¿Deber? ¿Así que ahora les dan este tipo de tareas en la escuela?

_ ¡No ma´! Me refiero a que la aparición de los digimons y nuestros digicompinches nos da la importante responsabilidad de luchar contra el mal, que siempre vuelve a hacer de las suyas en el digimundo – le responde Azzana.

_ Mmh… no se dé que estás hablando hija. Pero si se trata de cuidar a este hermoso pompón con patas, estate segura que te voy a ayudar.
Los dos muchachos suspiran profundamente.

_ Mamá. Es momento de que nosotros dos cumplamos con nuestro deber…
Pero la madre le interrumpe, diciendo:

_ No te preocupes hija. Ya mismo salgo a comprar comida para gatos.

_ ¡¡Mamá!! – le dice enérgicamente su hijo – Esto no es una broma.

_ Bueno, bueno. Aunque no entienda nada, solo espero que vuelvan pronto de “ese” viaje que van hacer a Jardín América. No se me desabriguen ¿eh?
Los hermanos no sabían que cara poner. Pero felices de que su madre no les había puesto ninguna traba, partieron de inmediato a la terminal de ómnibus.


Una enceguecedora luz provino repentinamente del digimon de Turbine.
El pequeño, que tenía la forma de un cooler con patas, comenzó a mutadigievolucionar (pero como ya se habrán dado cuenta, mejor digámosle evolucionar, para abreviar) cuando su mutamer lo abrazo para protegerlo.
Luego de una larga escena de millares de luces, efectos especiales y otras chucherías, apareció, después de que se desvaneciera, un icosaedro blanco que lo contenía.
El nuevo digimon ahora tenía la forma de un pequeño robot con dedos que, al combinarse con los de la otra mano, se convertían en un ventilador.
Se oyó cómo este decía en voz alta: ¡Ventiladorimon!
Su mutar, inmutable, dice: _ Me gustaba más el anterior nombre.
Su digicompinche frunce el ceño muy enojado.

_ Pero bueno ¡Se nos viene encima la pestilente nube! – le grita Turbine.
Ventiladorimon une sus manos y produce una fuerte ráfaga que desvanece la nube tóxica de Lipidmon.
Este, ahora totalmente enfurecido, le dice:

_ ¡¡Maldito!! No creas que por haber evolucionado vas a poder vencerme – y entonces, varias nubes de los más desagradables colores lo envuelven.
Cuando estas se desvanecen, se pudo ver la nueva forma del badmutamon que, como dice el protocolo, dijo a viva voz su nombre: ¡Busardmon!
Ahora sí que era un mazacote de carnes colgantes.
Los jóvenes no pudieron contenerse y decir: ¡¡¡¡Wahj!!!
El digimón vocifero airado al escucharlos y les dijo:

_ ¡Ahora van a ver mi verdadero poder! – mientras amasaba una pestilente masa de grasa en sus desmesuradas manos.
Frantu ayudo a Febi a levantarse del suelo. Ella tenía la expresión de cómo si le hubieran robado su labial preferido y le dijo a su compañero:

_ …

_ Frantu.

_ Eso, Frantu. Tenemos que vencer a esa horrenda criatura antes de que alguien más salga lastimado – le dice ella totalmente sumida en su mundo.
El muchacho, sin dejar esa expresión de tristeza en su rostro, le responde:

_ Febi, no es que quiera entorpecerte pero…¡¡¡Estoy harto mujer!!!
Ella lo observa totalmente sorprendida.

_ Mira. No sé qué te pasa, pero esa actitud de la heroína fanática no la soporto, sí.

_ Pero…

_ O me escuchas y te dejas de portarte como una tonta, o vamos a perderte antes de tiempo ¿De acuerdo? – le dice el joven con un fuerte tono.
La chica no sabía que responderle porque, cómo había perdido la memoria, no tenía ni idea de porque le decía eso. Pero igualmente, le siguió la corriente.

_ Bueno. Está bien…

_ ¡¡¡FRANTU!!!¡¡¡FRANTU!!!¡¡¡FRANTU!!! ¡¿Por qué tengo que repetirte siempre mi nombre todo el tiempo?!

_ ¡Muchachos! No quiero interrumpir su discusión, pero es mejor que intenten esquivar esa tremenda bola de grasa que se les viene encima – le dice Turbine.
Los dos reaccionan al instante pero, si no fuera porque Chispitamon se interpusiera en el camino de la esfera, habría colisionado contra la desconcertada muchacha.

_ ¡¡¡CHISPITAMON!!! – grita Frantu desesperado.
Una gran nube se había formado al chocar la bola contra el digimon. Se escuchaba como que algo se estaba friendo y, luego de repetirse la misma sucesión de eventos previos a los de la evolución de Brisamon, surgía de la niebla un encendedor. Y lo que sabíamos que se venía: ¡Encendedorimon!
Frantu no podía creer que su digimon hubiese evolucionado tan rápido.
Pero este no perdió el tiempo y, con voz de mando, le dijo a Ventiladorimon:

_ ¡Dame una de tus fuertes ráfagas de viento!
Este obedece la orden y le lanza un torrente de aire que el encendedor absorbe por una abertura, lo canaliza y lo convierte en un poderoso lanzallamas.
Busardmon es eliminado al instante ante el inmenso ataque.
Todos quedan sorprendidos por el gran poder combinado de ambos digimons, y como Encendedorimon había dado vuelta la situación ágilmente.
Frantu lloraba de alegría mientras se refregaba el rostro de donde caían cataratas de lágrimas.


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